La figurita

En nuestra jerga futbolística, decimos que un jugador se “achancha” cuando cree que ha llegado a una posición desde la cual los retos ya son inexistentes. Piensa que está acomodado para el resto de su vida y que ya no merece la pena seguirse esforzando, pues todo ya lo ha alcanzado.

¡Craso error! En su caso, la vida comienza nuevamente cuando abandona la práctica, ya sea en otros campos diferentes a los del fútbol, ya sea permaneciendo en el mismo pero en otras actividades.

En nuestro caso como Entrenadores, en ciertos aspectos podríamos trazar un paralelismo con lo anteriormente descrito.

Nuestra formación debería ser continua, manteniendo el afán por buscar nuevos retos en el conocimiento profundo de la profesión. Para ello, la lectura, las clínicas, los cursillos y congresos, o simplemente el observar entrenamientos/partidos dentro y fuera de fronteras, nos permitirían “aggiornarnos” y quizás hasta modificar o potenciar ciertas estructuras cognoscitivas que ya poseemos. Estas herramientas constituyen la base sobre la cual se sustenta nuestra continuidad en la línea de superación y actualización de los movimientos mundiales que ocurren a nivel del entrenamiento deportivo.

Somos los únicos responsables de nuestra formación contínua, pero a la vez…….. no permitamos que la pereza y la indiferencia nos desborde. Lo del principio, no nos “achanchemos”………..