La figurita

¿Existen "Entrenadores de albero"? Pues sí, existen. Son los que consideran que el albero es la mejor superficie para desarrollar el fútbol.

Pero también existen los otros, los que consideran que el albero, solamente a ciertas edades, es positivo para la mejor captación de los gestos técnicos de los jugadores, pues el balón no posee (generalmente) trayectorias extrañas.

De cualquier manera, las superficies alternativas al césped natural, no dejan de ser un nuevo factor de discusión que se le introduce al fútbol. Como hay diferentes tipos de semilla de césped natural, hay diversos tipos de césped sintético, pero el albero, .....albero es.

A niveles superiores de la práctica del fútbol (juveniles en adelante), la apuesta debería ser asemejar las condiciones del juego a la realidad de los clubes de elite, pues de lo contrario, las distancias a acortar con ellos se harán cada vez más y más grandes. Hablamos de aspectos básicos como el control del balón, el dominio del espacio, y en definitiva, la realización de un mejor juego.

Pensar que en albero, el fútbol pasa a ser un deporte muy distinto que al practicado en superficies verdes, no es improcedente. El balón está más tiempo por el aire que por la superficie, a los "enanos" les cuesta trascender, lo físico predomina sobre lo técnico, el balón bota como un conejo; por lo tanto, el albero recubre un suelo para que los jugadores apoyen sus pies, pero de fútbol disfrutable.......muy poquito!

El desafío es enseñar a jugar al fútbol, que se disfrute dentro y fuera del campo de juego, que el trabajo del Entrenador no se vea supeditado a jugar en una u otra superficie, que para cada superficie no haya conceptualmente una forma diferente de jugar, que no se varíe un estilo de juego por jugar sobre tierra; en definitiva, ¡que el marrón del albero se convierta en verde esperanza!