Fútbol: ¿Compartimentos estancos?

Sobre un trabajo resumido de la Técnica en el Fútbol, lanzamos una serie de tópicos a considerar, que nos resultaron interesantes para analizar.

Partiendo desde el trabajo multi e interdisciplinario del Cuerpo Técnico, pasando por la rutina indeseable de y en los entrenamientos, llegamos a un tema relevante desde siempre: la Visión Periférica. Y marcamos la relevancia de la Visión Periférica, pues la velocidad en el fútbol adquiere día a día mayor importancia en el juego y por lo tanto, la rapidez de decisión del jugador o su velocidad de percepción, le permitirán diferenciarse de los demás contribuyendo al éxito del equipo y por qué no, al nuestro propio como Entrenadores.

Siempre nos topamos con las perspectiva alemana de la velocidad, a través de Weineck, quien habla de siete velocidades en el Fútbol, entre las que se encuentran las mencionadas anteriormente. La habilidad desarrollada desde la experiencia previa, para predecir qué ocurrirá antes de que ocurra ó qué haré con el balón cuando llegue a mi poder; la habilidad para utilizar los sentidos para descifrar y procesar lo que sucederá, le otorgan al jugador una suficiente ventaja sobre el rival para anticiparlo en sus intenciones. Sobre Weineck y su teoría podremos hablar más extensamente en el futuro, pero lo que ahora nos ocupa es marcar la importancia del trabajo con los jugadores para desarrollarles habilidades que les permitan definir que hacer con el balón antes de que este le llegue.

En España mencionan a Guardiola como ejemplo de un jugador que quizás no brillaba por su rapidez física, pero lo compensaba y con creces con su velocidad mental, originada en su gran desarrollo de la visión periférica, amén de la necesidad de poseerla para jugar en el centro del campo. Si hablamos de un lateral, la banda le quita algo de esa necesidad de poseer un gran desarrollo de las velocidades mencionadas más arriba.

Podemos mencionar otro ejemplo. Mundial de USA 1994, Dunga, cerca de la banda derecha, toca el balón con el borde externo hacia la subida del lateral, éste último "cuelga" el balón al área hacia Romario, quien cabecea y convierte el gol. Dunga en el momento del pase al lateral, tenía su vista orientada hacia el centro del área, con lo cual su marcador esperaba su centro o que intentara eludirlo en el 1x1. Su gran percepción y visión del juego le permitió, con solamente un golpe de vista, dejar fuera de la jugada a su marcador.

Es importante que estemos convencidos de que la visión periférica es un aspecto a trabajar con todos los jugadores, tanto aquellos que poseen tareas más defensivas como los otros con tareas más de ataque. La visión periférica se entrena, se desarrolla y se mejora.

Ahora nos preguntamos: con estas pocas nociones de velocidad y percepción, ¿será aún necesario dividir el fútbol en Técnica, Táctica, Preparación Física y Preparación Psicológica? Y si es así, ¿en cuál de los cuatro aspectos del Fútbol colocamos a la Visión Periférica?

Esta pregunta seguramente, en los tiempos que corren, no va más. Todo va con todo. No hay más compartimentos estancos. Pues seguiremos aportando elementos para terminar de demostrarlo. continuará........