laSellada

FÚTBOL Estudio,Investigación y Análisis.

febrero 20, 2006

Nuestra Metodología

La profesión del Entrenador requiere, como cualquier otra profesión, la capacitación constante, la actualización continua y el afán de superación inquebrantable por parte del involucrado, tanto a nivel de metodologías de trabajo como a nivel de los diferentes aspectos que envuelven al Fútbol.

Si ya hablamos de metodologías, nos planteamos a menudo cual sería la más adecuada a nuestra realidad. Que si el entrenamiento integral, que si el global, que si el específico, ahora también definimos el estructurado, y así seguiremos indefinidamente por la propia dinámica del deporte.

En la conferencia de Donegal (Irlanda) para Entrenadores de divisiones juveniles, un asistente nos preguntó: Para usted, ¿Cuál es la mejor metodología para trabajar con los jugadores?”. La pregunta nos pareció demasiado importante y concreta como para explayarnos en demasía con la respuesta, por lo que, intentando no pecar de inmodestos, le contestamos: “La mía. Y para usted, ¿cuál es la mejor?”. Nuestro amigo intentó no tartamudear, pero fue tanta su sorpresa al no esperarse tal respuesta, que esta situación evitó que se diera cuenta que nos habíamos -en ese preciso momento- definido una nueva concepción metodológica en nuestra carrera de Entrenador, después de 15 años en los campos de juego.

A diario nos topamos con situaciones que avalan lo que dijimos entonces. Entrenadores que logran grandes éxitos en sus países de origen, son contratados en otros y no los repiten. Dentro de un mismo país, pueden existir diferentes concepciones futbolísticas según la región, y aún más, equipos de la misma región, pueden llegar a sentir el fútbol o conceptualizarlo de diversa manera.

A cualquier Entrenador que llega a trabajar a un medio que no es el suyo, nunca le faltan los “allegados” que lo aconsejan: Mister, en Roma hay que comportarse como un romano”. Y en esta frase tan sencilla, se oculta gran parte de la diferencia entre el éxito y el fracaso de un Entrenador. En su capacidad de adaptación a un nuevo entorno, a jugadores con características diferentes a los que estaba acostumbrado a trabajar, a nuevas costumbres sociales, idioma, hábitos culturales, alimenticios, religiosos y otros, se encuentra una porción importante de la clave para lograr sus objetivos, manteniendo los rasgos de personalidad que lo han llevado al puesto.

Nos contaba un Entrenador a su regreso de trabajar en un país del Golfo Pérsico, que en toda sesión de entrenamiento, oía una sirena proveniente de una mezquita cercana, y el jugador dejaba todo lo que estaba haciendo en el campo y comenzaba un rezo de 30 minutos. Como ejemplo resulta válido para mostrar que existen factores locales que se convierten en imprescindibles a la hora de la planificación de un trabajo en un medio que no es el conocido.

Del mismo modo, podemos mencionar otra situación que se da frecuentemente: Entrenadores, que son contratados en otros países, solicitan la contratación de jugadores que ya han trabajado con él en otros equipos, lo cual les permite no desprenderse repentinamente del bagaje de experiencias que poseen y que le han llevado al éxito en otras latitudes. Lógicamente, esto puede retrasar su aclimatación al nuevo entorno. En ellos y en su habilidad para conocer rápidamente donde se encuentran, se apoyarán sus logros futuros.

De estas realidades podemos deducir que existen numerosos parámetros a considerar, los cuales nos ayudarán a definir nuestra metodología de trabajo a donde sea que vayamos. Por lo tanto, cuando definimos nuestra metodología (y cada Entrenador debería definir la suya propia), sea de trabajo en general o sea de entrenamiento en particular (el Entrenador posee otra funciones además de entrenar!), concluimos un ejercicio cognoscitivo elaborado por nosotros mismos como Entrenadores, para el cual debemos nutrirnos de gran cantidad de información de alto grado cualitativo. Investigar por nosotros mismos y contar con fuentes fiables es parte del proceso.

Creemos en el Entrenador autodidacta, investigador, inquieto, que no se conforma con lo que han investigado otros, que posee capacidad de análisis, y que no se escuda en el argumento simplista de que todos los resultados dependen de los jugadores que tenga. El Mclaren de Raikkonen era más rápido que el Renault de Alonso, pero ganó el mejor conductor. Todo debe conjugarse para lograr el éxito. Entrenador sin jugadores difícilmente triunfará, pero jugadores sin un conductor y líder, dudosamente lograrán ser exitosos.


Afirmamos convencidos que la propia metodología de un Entrenador ciertamente se podrá fundamentar sobre la base de todas las ya conocidas a nivel masivo, y además, sobre las que descubrimos en el intercambio continuo de conocimientos y experiencias con otros profesionales colegas. Cada una de ellas nos podrá ser de utilidad en ciertos momentos o circunstancias, y es aquí donde la visión del Entrenador en aprovechar de cada una de ellas lo adaptable a su planificación o realidad del momento, lo hará portador de una mejor oportunidad para triunfar.-

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