La figurita

La avidez por la información, por ver el balón rodando sobre los campos de juego, por declaraciones altisonantes que adornen titulares de prensa, por horas de tertulias radiales y rondos televisivos, hacen que debamos ser muy minuciosos con los comentarios que podamos emitir.
Sabido es que en la comunicación, en líneas generales, existen tres factores: el emisor del mensaje, el mensaje en sí, y el receptor.
Sin embargo, a menudo se generan interferencias en este flujo comunicativo, que llevan a leer lo que no se dijo, a escuchar lo que no se afirmó, a extraer conclusiones alejadas de la intención real del mensaje.
Como dijimos, comienza la temporada y lógicamente muchos equipos no están aún suficientemente "rodados" (aún saliendo de sus pretemporadas) como lo podrían estar más adelante en la competición; que un Entrenador manifieste que "el equipo no está al 100% de su potencial físico" luego de una derrota, no implica necesariamente una crítica al trabajo del compañero de viaje, el Preparador Físico. Pero como siempre, las interferencias en el proceso, intencionadas (bien o mal), ocasionan distorsiones en la recepción del mensaje.
A pesar de ello, en nosotros está ser más puntillosos y contundentes a la hora de trasladar hacia fuera del grupo juicios de valor sobre el equipo. Es parte de la salud propia y la del colectivo. Pocas palabras bastan..........
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