laSellada

FÚTBOL Estudio,Investigación y Análisis.

agosto 28, 2006

Historias


Nelson Di Martino tenía un especial sentido del humor. A su sarcasmo se aunaba la ironía que ponía en cada broma, en cada chiste. Generando la sonrisa en sus jugadores, siempre dejaba colgado un mensaje. Fue mi gran Entrenador de la época de Juveniles, hasta que pasé al club de las rodillas rotas.


Jugábamos en las afueras de Montevideo frente a un rival complicado en su campo, con la gente sobre las vallas y el alcohol regado en los gargueros de los aficionados. Siempre nos gustaba jugar ahí; éramos un poco masoquistas.

Pero no todos aguantaban el trance de la presión. Minuto casi 90, empate a cero y entre el viento y los embates del rival, estábamos con el culito sobre la línea de gol.

Hasta que llegó lo inesperado:

corner desde la izquierda a favor del rival, balón al segundo palo (entonces de madera cuadrada) que se cierra y nuestro portero que lo recoge en el aire. En su afán de salir a la contra con la mano, gira su cintura para darle impulso al balón en el saque y ……. lo increíble: giró tanto su cintura que cuando el balón se desprendió de su manopla, lanzó el balón…..sobre su propia portería. GOL del rival y terminó el partido.

Oh, el gran dilema: llorar o reír, increpar o alentar.

Dima (nuestro Entrenador) llega a la caseta (cuatro paredes de adoquines sin puerta, techo ni ventanas) y con su verborrea inigualable le dice al portero:

"las pelotas que van pa´dentro paralas, pero las que van pa´fuera, ¡no me las metas pa´dentro!"

Era un “ladrón”: ¡nos había robado una sonrisa!

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