EL CUADRADO MÁGICO Y LA ANTICIPACION
Los asistentes al Sudáfrica-Uruguay cambiaron las vuvucelas (cornetas) por la bombilla y el mate. Y el Maestro Tabárez logró parte de lo que este equipo puede hacer: jugar bien (no maravillar), defendiendo sólidamente y saliendo en velocidad con la explosividad de los "europeos".
Con Forlán dueño del círculo central a la hora de defender y con Cavanni solidarizado en defensa por banda derecha con M.Pereyra, Uruguay controló las lentas evoluciones de los Tsabalala y cia. A.Pereyra realizando las coberturas a Fucile obstaculizando las proyecciones de Gaxa.
Pero lo impactante fue el rendimiento defensivo del "cuadrado mágico" formado por Lugano, Godín, Pérez y Arévalo. Ayudas, vigilancias constantes y un sentido de anticipación que mostraron el alto grado de preparación mental que tenían los celestes (hoy blancos).
Pérez y Arévalo alternándose en los movimientos verticales en ataque luego de interceptar los balones mal jugados por los locales, anularon a Pienaar y Modise, importantes frente a México.
Godín cometiendo errores en el cálculo espacio-tiempo para salir con balón dominado, tuvo la virtud de perder balones lejos de Muslera, y con la cobertura siempre lista de Lugano, pilar en la táctica fija (estrategia) a balón parado en el área rival.
En ataque, la inteligencia táctica de Forlán, leyendo el partido, los movimientos de los compañeros y rivales, arrancando desde atrás, se le extraño dentro del área sudafricana. Hoy tocaba sacrificio, y Forlán reinvindicó el número 10 en la camiseta celeste como hacía muchos años no se veía. Un gol de 25 metros probando al portero y a Jabulani, un penalti sufrido y su saber estar antes de recibir el balón. El tercero, gesto técnico impecable y sentido de equipo a resaltar de Suarez. En la medida que su sociedad con Forlán se consolide, el fútbol ofensivo uruguayo se potenciará. Hoy ya amagaron, resta ejecutar!
Sudáfrica está llegando al final de su sueño. Uruguay, a bombilla, mate y termo bajo brazo, se autogenera la confianza en sus posibilidades, aunque como todas las selecciones que poseen jugadores de diferentes ligas, deberá acelerar su proceso de consolidación futbolística en el balance defensa-ataque. Sus transiciones ataque-defensa están sistematizadas, las defensa-ataque aún requieren de mayor movilidad, apoyos y rupturas, aunque dentro del área rival, hay para soñar....................... los uruguayos, hoy han silenciado el zumbido sudafricano!
Con Forlán dueño del círculo central a la hora de defender y con Cavanni solidarizado en defensa por banda derecha con M.Pereyra, Uruguay controló las lentas evoluciones de los Tsabalala y cia. A.Pereyra realizando las coberturas a Fucile obstaculizando las proyecciones de Gaxa.
Pero lo impactante fue el rendimiento defensivo del "cuadrado mágico" formado por Lugano, Godín, Pérez y Arévalo. Ayudas, vigilancias constantes y un sentido de anticipación que mostraron el alto grado de preparación mental que tenían los celestes (hoy blancos).
Pérez y Arévalo alternándose en los movimientos verticales en ataque luego de interceptar los balones mal jugados por los locales, anularon a Pienaar y Modise, importantes frente a México.
Godín cometiendo errores en el cálculo espacio-tiempo para salir con balón dominado, tuvo la virtud de perder balones lejos de Muslera, y con la cobertura siempre lista de Lugano, pilar en la táctica fija (estrategia) a balón parado en el área rival.
En ataque, la inteligencia táctica de Forlán, leyendo el partido, los movimientos de los compañeros y rivales, arrancando desde atrás, se le extraño dentro del área sudafricana. Hoy tocaba sacrificio, y Forlán reinvindicó el número 10 en la camiseta celeste como hacía muchos años no se veía. Un gol de 25 metros probando al portero y a Jabulani, un penalti sufrido y su saber estar antes de recibir el balón. El tercero, gesto técnico impecable y sentido de equipo a resaltar de Suarez. En la medida que su sociedad con Forlán se consolide, el fútbol ofensivo uruguayo se potenciará. Hoy ya amagaron, resta ejecutar!
Sudáfrica está llegando al final de su sueño. Uruguay, a bombilla, mate y termo bajo brazo, se autogenera la confianza en sus posibilidades, aunque como todas las selecciones que poseen jugadores de diferentes ligas, deberá acelerar su proceso de consolidación futbolística en el balance defensa-ataque. Sus transiciones ataque-defensa están sistematizadas, las defensa-ataque aún requieren de mayor movilidad, apoyos y rupturas, aunque dentro del área rival, hay para soñar....................... los uruguayos, hoy han silenciado el zumbido sudafricano!
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