La figurita

La primera parte de la temporada va llegando a su término, y ya los clubes se apuran a fichar los últimos refuerzos para la fase final de la misma.

Algunos equipos buscan seguir escalando para asegurarse el paso a liguillas de ascenso, a consagraciones, ó a mantener la categoría de la forma más honrosa.

Acudimos a un escenario que no se producía en los últimos años, y es la poca rotación de Entrenadores. Es un buen síntoma que muestra que las Comisiones Directivas apuestan por la continuidad en los banquillos de los responsables de los equipos, sea por causas técnicas-profesionales ó sea por aspectos económicos.

El hecho de cesar a un Entrenador, implica para un club una erogación importante de dinero, y esto amerita que los dirigentes sean más prudentes y actúen con “mente fría”. Y esto es bienvenido, habida cuenta que en numerosos casos, el Entrenador no llega a demostrar toda su valía por la urgencia de resultados que pudiera existir.

Por otra parte, los Entrenadores desocupados ven como cada vez se hace más difícil regresar a ejercer su profesión, y que cuando surge la posibilidad, deben aferrarse a ella enérgicamente.

No es suficiente con preocuparse por conseguir equipo, sino que es necesario seguir actualizándose, estudiar y conocer más en profundidad el medio en el que uno se desenvuelve. En realidad, esto debemos efectuarlo durante toda nuestra vida como Entrenadores activos, de lo contrario……….quedamos fuera de la conversación!