laSellada

FÚTBOL Estudio,Investigación y Análisis.

septiembre 29, 2006

La figurita

El Entrenador, como L Í D E R de un equipo, debe poseer ciertas cualidades. Además de lo innato a desarrollar, podrá adquirir ciertos valores que lo hagan ser líder y hacerse ver como líder.

Como en toda profesión, los aspectos técnicos-profesionales muchas veces no son suficientes para lograr una posición de liderazgo, sino que sus valores humanos pueden marcar la diferencia con colegas que poseen su misma formación.

Dentro de dichas cualidades, podemos mencionar la AUTOCONFIANZA, ser consciente de la capacidad propia y hacerla valer en diferentes momentos, saber poner los límites y ser decidido para ello. La vida es un proceso continuo de toma de decisiones y para ello hay que estar convencido y proceder con firmeza y seguridad.

Otro aspecto a considerar, extrapolándolo de la vida cotidiana, es la PROYECCIÓN DE FUTURO. Gran parte de la vigencia de un Entrenador radica en su visión de lo que vendrá y de estar preparado para ello, de poseer -por ejemplo- la suficiente flexibilidad para modificar planificaciones. Si como Entrenadores pensamos que necesitaremos un jugador para cubrir un puesto determinado en el equipo dentro de 60 días, pues quien ocupa dicha demarcación será transferido en ese plazo, necesitaré adelantarme a los acontecimientos y proceder a tales efectos.

¡No somos los más importantes! Nuestro éxito o gran parte de él radica en lo que hagan los jugadores en el campo. Ellos nos pueden dar el éxito, pero también llevar al fracaso.

La COMUNICACIÓN como aspecto inseparable de la capacidad de liderazgo, es fundamental. Ser empático con los jugadores, saber transmitir y hablar su lenguaje, nos beneficiará para la consecución de los objetivos.

Es importante que hagamos especial hincapié en la AUTOCRÍTICA. Saber si nos hemos equivocado en la alineación, en los cambios, en olvidarnos de una fecha importante en la vida particular de uno de nuestros jugadores (boda, nacimiento de un hijo), etc.
Vemos este punto como otra forma de crecer y madurar tanto personal como profesionalmente. No siempre los jugadores, los directivos, la prensa, son responsable de lo que ocurre en un plantel. Quizás los errores los hayamos cometido los Entrenadores.

Debemos ser concientes que la autocrítica debe formar parte de nuestra personalidad. La fortaleza interna que poseamos (más la que podamos desarrollar con el tiempo y las experiencias) nos ayudará a ello.

Hacia afuera, la serenidad que podamos transmitir en momentos difíciles, el “llegarle” al jugador, en fomentar y desarrollar la inteligencia de todos los componentes del plantel, nos muestra que la interacción juega un papel preponderante en el liderazgo que se pueda ejercer sobre un grupo.

“Llegarle” al jugador en sus fibras más intimas, el obtener grados de comunicación profundos con ellos, servirá, junto con otros parámetros, a una gran cohesión en el grupo y a la confianza recíproca tan necesaria para embarcarse en proyectos colectivos.- continuará.........


-Extracto del trabajo presentado en el XXXIX Curso Nacional de Entrenadores- Madrid 2006

relojes web gratis