La Segregación Pueblerina

La Segregación Pueblerina: la "rosca"

Frases populistas poco felices que aceitan la "rosca" del fútbol, es común en pueblos que desean trascender, pero que el fútbol no está dentro de sus principales características sociales, económicas, deportivas y culturales.

La “rosca”, término que infiere acerca de la gente que siempre regresa al mismo lugar de antes, que se aferra a espacios que consideran suyos, que se rodean de sus más allegados y cortesanos, y que cierra el acceso a otras alternativas. Esto es una “rosca” que gira sobre frases hechas que la gente se cree vaya uno a saber por qué. Entrenadores (¿Entrenadores?) que se adaptan a las circunstancias que antes rechazaron, luego desafiaron y al final le rinden pleitesía, tan siquiera por un contrato que en el futuro caerá en las oficinas de cualquier Ministerio y así disfrutar de prestaciones. Todo vale. ¿Todo vale?

Slogans con claros tintes segregacionistas para cerrar las puertas a sangre fresca, joven y renovada, conllevan los peligros de repetir con los mismos protagonistas, fracasos anteriores.

Ser del lugar y haber jugado en el lugar, siempre genera un sentimiento de pertenencia, cierto. Los del barrio apoyan al club del barrio, pero no harán negocio con el club del barrio. Así funciona el fútbol en su concepción refinada de pureza en pueblos que no gozan de una cultura futbolística ó que la poseen en forma incipiente.Y en períodos de dificultades, se potencia el sentimentalismo puro y verdadero.

Lo honesto, el discurso sin ambigüedades ni recovecos retorcidos. Los que aman un club, lo aman sin condiciones. Lo demás, son los intereses para seguir enroscados; contratos, cobros y búsqueda de beneficios adyacentes y subyacentes, para decir: “primero los de acá, segundo los de más acá, y tercero los que no son de allá”. La segregación pueblerina que resurge.-