laSellada

FÚTBOL Estudio,Investigación y Análisis.

abril 29, 2014

How Hard is to be a Coach

Lo difícil que es ser entrenador: plantilla de 22 jugadores, convocas 16 y dejas 6 sin convocar (enfadados). Día del partido 5 en el banquillo (enfadados) cambias a 3 titulares los cuales también se enfadan....y 1 o 2 que creen que no juegan en su sitio que también están enfadados... Por lo tanto con suerte en una plantilla de 22, puedes tener completamente contentos a 6 o 7 jugadores.

How hard is to be a Coach: roster of 22 players, you call 16 and leave 6 without calling (angry). Match Day: 5 on the bench (angry), change 3 of the first eleven which also get angry .... and 1 or 2 who believe they do not play on your site that are also angry ... So hopefully in a roster of 22 players you can have completely happy 6 or 7 players.

abril 18, 2014

Gabriel García Marquez, R.I.P.

El Autor de "Cien Años de Soledad" nos ha dejado pero sus obras perdurarán en el tiempo. 


Gabriel García Marquez, QEPD.

http://www.excelsior.com.mx/adrenalina/2014/04/17/954539

CIUDAD DE MÉXICO, 17 de abril.- Luego de darse a conocer el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez a los 87 años, se recuerda el texto “El Juramento” donde mostró su óptica sobre el futbol.
Texto de “El Juramento”:
Y entonces resolví asistir al estadio. Como era un encuentro más sonado que todos los anteriores, tuve que irme temprano. Confieso que nunca en mi vida he llegado tan temprano a ninguna parte y que de ninguna tampoco he salido tan agotado. Alfonso y Germán no tomaron nunca la iniciativa de convertirme a esa religión dominical del futbol, con todo y que ellos debieron sospechar que alguna vez me iba a convertir en ese energúmeno, limpio de cualquier barniz que pueda ser considerado como el último rastro de civilización, que fui ayer en las graderías del municipal. El primer instante de lucidez en que caí en la cuenta de que estaba convertido en un hincha intempestivo, fue cuando advertí que durante toda mi vida había tenido algo de que muchas veces me había ufanado y que ayer me estorbaba de una manera inaceptable: el sentido del ridículo. Ahora me explico por qué esos caballeros habitualmente tan almidonados, se sienten como un calamar en su tinta cuando se colocan, con todas las de la ley, su gorrita a varios colores. Es que con ese solo gesto, quedan automáticamente convertidos en otras personas, como si la gorrita no fuera sino el uniforme de una nueva personalidad.

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